Este singular restaurante campestre tiene el mérito de disponer de uno de los marcos más interesantes e irrepetibles de Gran Canaria. La Laguna es zona de gran belleza paisajística y recreativa. Está formada por una amplia caldera volcánica tapizada en su interior por vegetación propia de la Laurisilva formando parte del Parque Rural de Doramas (espacio natural protegido).

En muy poco tiempo este establecimiento se ha posicionado como uno de los restaurantes que mejor producto y servicio ofrece en Gran Canaria. El ambiente del establecimiento con unas instalaciones con mucho empaque, de magistral estilo rústico y su exquisita gastronomía canario-segoviana convierten a Arcos de La Laguna en un lugar ideal para disfrutar con familiares y amigos de una cuidada y variada oferta coquinaria. Su gastronomía se basa en tres pilares básicos: una rigurosa selección de la materia prima, una cuidada cocción respetando la sobriedad de la cocina tradicional, pero no exenta de toques originales, y una variada bodega en la que se puede disfrutar de las mejores D.O locales, regionales y nacionales. Un lugar inmejorable (próximo al Pico de Osorio calificado como sitio de interés científico) con el servicio y el buen hacer de la marca del Grupo Hnos. Rogelio. Dispone de un amplio aparcamiento privado, parque infantil y climatización de los salones.

Preside el comedor una parrilla de leña y un cuidado expositor que muestra cochinillos con D.O. Segovia, lomos y chuleteros procedentes de la cabaña de Valleseco y de nuestras medianías, así como embutidos diversos. Está dotado de una cocina independiente, de aquí que la oferta se enriquezca con platos de mayor elaboración. El personal, perfectamente uniformado, sorprende por su pulcritud, amabilidad y corrección. Tres veces al año se organizan jornadas gastronómicas de la que disfrutan su amplia y fiel clientela, dedicadas a la cocina segoviana, a las legumbres y al cerdo.